Un mundo, de Ángeles Santos
Escuchad este podcast para saber un poco sobre este maravilloso cuadro que está despertando tanto interés y reacciones emocionales en el Museo Reina Sofía de Madrid:
Después, podéis visitar la página web del museo para leer un poco más de información sobre el cuadro, verlo ampliado y en detalle, y escuchar entrevistas con personas relacionadas con el mundo del arte y la restauración que hablan del cuadro y la artista:
Ángeles Santos, Museo Reina Sofía
TRANSCRIPCIÓN
¿Habéis estado en Madrid alguna vez? Y
concretamente, ¿habéis visitado el museo Reina Sofía?
Si habéis ido, quizá habréis visto El Guernica, el
famoso cuadro de Picasso que muestra el bombardeo de esta ciudad española
durante la Guerra Civil española. Es un cuadro muy grande, espectacular, y atrae
a muchos visitantes cada año.
Pero en el museo hay también otro cuadro que está
despertando un gran interés entre la población y entre los turistas que lo
visitan. Es un cuadro también de grandes dimensiones, enorme, que está bastante
cerca del Guernica en realidad. Cada día se pueden ver grupos de personas
paradas enfrente del cuadro, estudiando cada detalle, admirando todo su
esplendor y, algunos, sorprendentemente, llorando, pues el cuadro despierta una
profunda reacción emocional ante su belleza.
Se trata de ‘Un mundo’, una magnífica
representación surrealista de nuestra vida en este planeta, con las mujeres
como protagonistas. En este mundo complicado y diverso que tenemos, existen
muchas capas diferentes, lugares donde trabajamos, donde vivimos, donde jugamos,
donde sufrimos. Y en la oscuridad y soledad de la noche, la esperanza viene de
la mano de unos seres – a veces angelicales – que se encargan de traer la luz
al mundo. Son las mujeres.
Nosotros observamos la escena desde el espacio y esta
perspectiva muestra el mundo en sus distintas caras. Uno de los aspectos más
curiosos es el tren que podemos ver en una de las zonas del planeta; un tren que
lleva directamente a esta zona exterior donde está la luz, cosa que muchos han
interpretado como un símbolo de que incluso en los peores momentos de nuestra
existencia no hay que desesperar porque todo lo malo pasará tarde o temprano.
Siempre hay una conexión con la luz.
¿Fue este cuadro pintado por uno de los grandes
artistas del siglo XX que seguro tenéis en mente?¿Picasso? ¿Dalí? ¿Tal vez
Miró?
Pues no, el cuadro tiene nombre de mujer y no es un
nombre, desafortunadamente, que tenga el reconocimiento que se merece.
Sin ningún tipo de formación formal y con solo 17
años, Ángeles Santos pintó este cuadro en 1929 y ni siquiera lo pintó en
Madrid, Sevilla o barcelona, centros del arte en españa en aquella época, sino en
su modesta ciudad de Castilla, que se llama Valladolid. Muchos artistas y escritores como
Lorca fueron a conocerla. Todos veían un
futuro brillante para ella. Pero su familia no se lo permitió. Cuando su padre
vio el tipo de vida bohemia que su hija quería vivir para perseguir su sueño,
se lo prohibió. Ángeles intentó huir pero su padre la encerró en una
institución mental. Entonces, le dijo que solamente podría salir de ahí si
abandonaba su intención de ser artista y Ángeles finalmente se rindió. Nunca
más pintó cuadros de este tipo y su cuadro pasó al olvido.
Fue un golpe muy duro que le causó una profunda
frustración, un shock. Dicen que por esta razón se volvió miedosa y callada y
hasta destruyó algunos de sus cuadros o pintó sobre ellos y negó haber tratado
temas de mujeres en sus cuadros cuando era joven. No quería recordar todo lo
que hizo en su juventud y se dedicó solamente a pintar cuadros de paisajes y
flores, las cosas que tradicionalmente se asociaban con la mujer. Si un hombre
pintaba cuadros surrealistas era un genio. La mujer, una loca.
Anque ella negaba su feminismo podemos encontrar
cuadros en los que se ve una visión de la mujer libre, una reivindicación de la
libertad de la mujer. Por ejemplo, el cuadro Tertulia la retrata junto con sus
amigas charlando, fumando y leyendo libremente. Tertulia es una palabra española
muy bonita que significa charla, debate, la acción de hablar de temas que nos
importan, pero denota un tono de respeto por la opinión del otro y el ánimo de
analizar y profundizar sobre estos temas con interés y actitud abierta. Tiene
connotaciones muy positivas.
¡Qué pena no haber podido desarrollar una carrera
como artista! ¿no? Ni siquiera llegó a saber si su cuadro tuvo algún éxito
porque el cuadro estuvo escondido durante mucho tiempo y ella murió en el año
2013, con 101 años de edad. El cuadro fue adquirido por el museo Reina Sofía en
1992 pero quedó apartado en un rincón olvidado del museo, en el pasillo de la
segunda planta. No fue hasta el año 2004 que un nuevo director dijo que la obra
era demasiado espectacular para estar discretamente escondida en un rincón y en
2008 fue trasladada al lugar que ocupa hoy.
Así que si no habéis estado aún en Madrid, os
recomiendo que vayáis y que visitéis el museo Reina Sofía. Que busquéis la sala
205.06 y que os paréis enfrente de esta magnífica obra maestra y dejéis que os
emocione a su manera.
De momento, mientras esperáis un posible viaje, podéis
verlo muy claramente en la página web del museo Reina Sofía, con la opción de
hacer clic en la imagen y hacer zoom para analizar detalle a detalle. Más abajo
en la pantalla, a mano izquierda, podéis ver un vídeo con más información, entrevistas,
subtítulos y hasta transcripción.
Os lo recomiendo encarecidamente. ¡Vale la pena!